martes, 10 de enero de 2012

"Las cadenas se renuevan"- Haití a través de la historia

Por: Matías Souto

Pasaron más de 200 años desde que se volvió cadáver esa meca del suplicio y el sometimiento y hoy Haití se embarca, entre terremotos y hambrunas, en los caminos de su libertad, por más de dos siglos sostenida, del yugo colonial primero español luego francés. ¿Pero han realmente alcanzado la independencia? ¿Son realmente libres?

“Se cumplían 312 años del comienzo de la opresión por parte de la metrópoli. Los vientos convulsionaron con los gritos de libertad de los sublevados en la colonia de Saint-Domingue creando sobre sus ruinas a la primera nación libre de América Latina el 1° de enero de 1804.
Hoy se cumplen 100 años desde nuestro salto a la libertad
¡Libertad, Igualdad, y Fraternidad!
¡La unión hace la fuerza!”

Así reza el cartel conmemorativo del centenario de la Revolución Haitiana, la primera nación en abolir la esclavitud señorial de los colonialistas debería ser el ejemplo de la libertad. Sin embargo la esclavitud no sólo es la cadena que ata al negro esclavo al yugo de la plantación de caña de azúcar, al romperse los opresores metales eslabonados otro opresor aparece, esta vez recortado en finas hojas de papel… Ni bien se expulsaron a los franceses de la isla y se declara la independencia de la potencia gala, los haitianos se vieron obligados a pagar al vencido una gigantesca indemnización de guerra para que “acepten” su libertad.

El primer país libre, agonizante entre las ruinas de la colonia, se convertía en el primer esclavo moderno del imperio mundial. La deuda y la pobreza condenarían al país hasta nuestros días, antes con la Corona Francesa, ahora con el FMI y el Banco Mundial. Los cascos azules son enviados a mantener la paz, pero ahí no existe la paz, solo existe la miseria y la miseria se mantiene, eso sí, con la paz que sorben los nuevos opresores de Haití que, igual que hace siglos, residen en el exterior, pero esta vez más cerca…

El proceso se repitió a lo largo de toda Latinoamérica, en distinta intensidad, y hoy todos deberíamos plantearnos ¿somos realmente libres o lo somos solo en la medida que nos permitan nuestros dueños internos y externos? La unilateralidad de las decisiones no es libertad…¿qué libertad se ganó en 1804, en 1811, en 1816 si aún hoy en nuestras tierras existen la pobreza, el hambre, la marginación?¿Qué esclavitud se abolió si hoy somos todos esclavos de o un jefe, un terrateniente, o el dinero mismo?¿Cuán independientes somos si organismos extranjeros financieros, militares, etc., nos imponen leyes y modifican nuestros holográficos procesos democráticos?¿Hemos perdido la guerra contra la esclavitud? Rotundamente no, simplemente porque aún no ha terminado.

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