miércoles, 16 de mayo de 2012

Dictaduras en América Latina y el mundo


A lo largo de todo el siglo XX, con el objetivo de conservar los aspectos centrales de un orden social que garantizaba, reproducía y ampliaba los beneficios de las clases dominantes, en el mundo pero fuertemente en América Latina, se produjeron golpes de Estado llevados a cabo por las Fuerzas Armadas de sus respectivos países. Mediante estos fueron desplazadas las autoridades electas por el pueblo, y se instalaron dictaduras que produjeron profundas transformaciones en el orden social, que buscaban preservar ideas conservadoras respecto a la familia, la propiedad privada, la tradición y la religión católica. Todos los medios eran considerados válidos para desarrollar la  “misión” que habían asumido las Fuerzas Armadas del continente, incluso la tan utilizada violencia, tortura de opositores, desaparición de personas, asesinato y robo de menores.
Las dictaduras fueron impuestas por algunos sectores de las clases dominantes que intentaban recuperar el control absoluto de las decisiones económicas y eliminar cualquier posible opositor a las medidas liberales. Algunas se presentaron como una continuación al gran poder de la oligarquía y otras como una transformación de ciento ochenta grados con la situación que se vivía. Contaban con la ayuda de la iglesia católica, que aprovechó el momento para recuperar poder e imponer sus ideas retrógradas y conservadoras.
Entre los años 1964 y 1984, casi todos los países latinoamericanos estaban gobernados por dictaduras militares.
Tortura mediante picana eléctrica

Pero la diferencia entre aquellas que representaron una continuidad del orden oligárquico construido en el siglo XIX, que interrumpieron la ampliación de los derechos de los ciudadanos propuestos por los movimientos sociales, las dictaduras militares que se desarrollaron a partir de la década de 1960, en países como Brasil, Chile, Uruguay y Argentina buscaron transformar económica y políticamente las sociedades en las cuales se produjeron. Si las analizamos detenidamente, podemos encontrar características en común, como el haber sucedido a un período de una amplia e intensa movilización de los trabajadores y estudiantes, y la modificación de la economía, además de los cambios políticos que intentaron aplacar las ideas revolucionarias. Con el fin de lograr esta transformación radical, se aplicaron un conjunto de medidas ligadas al liberalismo entre las cuales la más importante fue la “apertura de la economía’ para la libre importación y exportación de mercancías, es decir, la eliminación de los aranceles que gravaban la importación de productos extranjeros. Las políticas económicas se propusieron y consiguieron la consolidación y expansión de un número reducido de empresas multinacionales y la destrucción de la industria nacional. 
La violación de los derechos humanos fue uno de los hechos que más marco estos momentos oscuros de la historia americana. Si bien no es un fenómeno reciente, los niveles alcanzados a partir de la década de los setenta no tienen equivalentes en su historia, si se exceptúa el proceso de conquista y colonización
Los militares definían como "subversivo" a todas aquellas personas y aquellos actos que atentaban contra lo que creían eran valores "morales y espirituales de la civilización occidental y cristiana". Podía ser tanto un intelectual o un militante marxista por sus ideas, como un rockero por su pelo largo; una joven que usaba minifalda, una pareja divorciada; un defensor de la democracia o un judío. Con tales argumentos, la represión del régimen se hizo cada vez más general e indiscriminada.
La pobreza, el desempleo, el analfabetismo, la desnutrición, los bajos niveles de salud, la mortalidad infantil y el hambre han estado presentes durante todo el siglo XX, pero estos problemas sociales alcanzaron niveles sin precedentes bajo los gobiernos dictatoriales.
Las dictaduras militares y los grupos de poder económico que las impulsaron y las sostuvieron llevaron adelante la transformación de las sociedades latinoamericanas apelando a la represión y a la violencia sobre la población. Esta represión consistió, fundamentalmente, en la detención, la desaparición y el asesinato de los opositores e incluso de muchos que no lo eran. Se suspendió la actividad política y los derechos de los trabajadores, se intervinieron los sindicatos, se prohibieron las huelgas, se disolvió el Congreso y la Constitución, se suspendió la vigencia del Estatuto del Docente, se clausuraron los locales nocturnos, se ordenó el corte de pelo para los hombres, se ordenó la quema de miles de libros y revistas considerados peligrosos y se censuraron los medios de comunicación.
A los secuestrados les vendaban los ojos para no
reconocer a sus torturadores y asesinos.
Los ‘desaparecidos’ constituyen una de las más pesadas herencias dejadas por la dictadura militar. A diferencia de lo ocurrido con los detenidos y encarcelados, la mayoría de los secuestrados eran encerrados en centros clandestinos de detención, de los cuales se los trasladaba para ser asesinados luego de largas sesiones de tortura física y psicológica que abarcaba desde hombres, mujeres y niños.
 Frases como"Algo habràn hecho" o “debió preocuparse antes por su hijx” se utilizaron como justificación para las acciones del terrorismo de estado por parte de la población civil. También se utilizaba la idea de “los dos demonios” que intentaba justificar los fusilamientos y demás acciones represivas con frases como “los grupos guerrilleros también mataban gente”. Esta idea actualmente está obsoleta, ya que no todos los secuestrados eran guerrilleros, y los atentados no eran producidos desde el Estado sino desde grupos aislados.
Uno de los aspectos más sorprendentes de las dictaduras militares que se desarrollaron en América Latina, lo constituye el hecho de que todas ellas se ejercieron elaborando un discurso en el cual se decía preparar las condiciones para el ejercicio de la “verdadera democracia”, aún cuando para ello se debieran anular todas las premisas de la misma. Los dictadores accedían al poder diciendo proteger la democracia, amenazada por la crisis económica y las protestas sociales. 
La intervención norteamericana se materializó no sólo mediante el apoyo económico y militar a los sucesivos golpes de Estado sino también mediante la instrucción ideológica y militar de las Fuerzas Armadas. (En la Escuela de las Américas, comandada por EE.UU. e inspirada por técnicas francesas de tortura implementadas en Argelia, se les enseñaba a los militares de toda América distintas formas de tormentos para lograr sacar información a los secuestrados, y luego hacer “desaparecer” también sus cuerpos.)



Ante todos estos hechos y lo que provocaron no sólo en esos momentos sino a largo plazo, las sociedades de América Latina y del mundo decimos NUNCA MÁS a los militares en el poder, NUNCA MÁS a la tortura y desaparición de personas, NUNCA MÁS a la destrucción de la industria nacional y sobre todo NUNCA MÁS a cualquier gobierno que sea comandado por unos pocos y atente contra el pueblo.

Estos son algunos datos numéricos sobre las dictaduras:
País con más dictaduras: Argentina (6 períodos dictatoriales)
Dictadura más larga: Portugal (48 años, dictadura de Salazar) y El salvador (48 años, dictadura de Martínez)
País que más años tuvo dictaduras: El salvador, Paraguay y Portugal tuvieron 48 años de dictaduras.
Número estimado de desaparecidos (mundo): tomando un promedio de 10 mil en cada país y siendo cerca de 55 los países que sufrieron dictaduras, estimo que serán cerca de 500 mil personas las que padecieron esta situación.

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